La huella dactilar; identificación, seguridad y escáneres
Desde los inicios de nuestra historia la huella dactilar ha sido signo de identificación de cada persona, las impresiones dactilares prehistóricas más famosas están en las paredes de un paraje neolítico de la isla francesa de Mordihan (Bretaña).
Han sido muy útiles para identificar e investigar. Y hoy también como sistema de seguridad, al ser únicas de cada individuo. Para ello en la actualidad se utilizan los escáneres, sensores que generan una imagen digital de nuestra huella dactilar.
Hay distintos tipos, los más conocidos son el escáner óptico y el escáner capacitivo.
Todos generan una imagen a través de una fuente de energía para detectar las diferencias entre los valles y crestas de nuestra huella.
El escáner óptico es un sensor que trabaja con la luz, mientras el escáner capacitivo utiliza las corrientes eléctricas, porque nuestra piel es conductora.
Los sensores no siempre funcionan bien, una piel dura, sucia, con grasa o húmeda distorsionan el resultado. Se puede falsear una huella en un escáner óptico mediante una imagen, y una distorsión eléctrica podría dar interferencias en un escáner capacitivo.
Desde inicios del siglo XXI las empresas de tecnología digital han querido introducir tímidamente el uso del escáner de huellas dactilares en el mercado de la tecnología móvil, sin terminar de tener éxito.
Por ejemplo en el año 2000 El Sagem MC 959 ID, del 2002 al 2005 pda’s como HP iPAQ h5450, HP iPAQ hx2700 y HP iPAQ h2790, varios teléfonos de Fujitsu, Samsung SCH S370 Anycall, y en 2008 el Lenovo P960, el HTC P6550 Sedna, o el Asus M536 PDA phone. Y más recientemente el Motorola Atrix en 2011, con escáner capacitivo y lector biométrico, como el iPhone 5S.
Este verano los escáneres volvieron a estar en boca de todos porque en breve salía al mercado el nuevo iPhone 5S de Apple, con escáner biométrico para su desbloqueo. Como siempre que Apple saca un producto este crea polémica y tendencia, aunque sea una reinvención.
La polémica ha surgido versus el grado de seguridad de los escáneres, por varios motivos; por un lado ya se demostró que podía fallar el escáner, porque ya se ha hackeado algún iPhone 5S, por otro lado hay un cierto miedo que se repitan sucesos como los ocurridos en Malasia, donde se relaciona la amputación de dedos con intentos de robo de automóviles que funcionaban con sistema de huella dactilar. Aunque la empresa de automóviles se defiende asegurando que los sensores biométricos escanean capas inferiores de la piel que sólo son detectables si el dedo está vivo. Y por último la posibilidad de que terceras personas puedan obtener la información de nuestras huellas dactilares cuando realizamos compras, etc…
Apple lo rebate, diciendo que la huella quedará registrada exclusivamente en nuestro móvil, i que de momento el sensor sólo se utilizará para desbloquear nuestro móvil y para realizar compras en iTunes, la App Store e iBooks. De momento el sensor no será utilizado por aplicaciones o servicios de terceros, en un futuro ya se verá.
Qué tendrá Apple que reinventa tecnologías y consigue hacerlas mejor o por lo menos que funcionen en el mercado, cuando algunas habían fracasado o pasado inadvertidas, e incluso consiguen que la competencia como HTC, Samsung… se interese.
Lo que si está claro es que los escáneres de huella dactilar son un sistema más seguro que una contraseña tradicional y además la huella dactilar es única y siempre viene con nosotros.
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